martes, 28 de agosto de 2012
Científicos proponen enviar astronautas a Marte sin viaje de vuelta a la Tierra
El connotado físico y cosmólogo Paul Davies, de la Universidad Estatal de Arizona, y su colega Dirk Schulze-Makuch, de la Universidad de Washington, acaban de publicar en «Journal of Cosmology» un extenso artículo en el que explican la necesidad, y la urgencia, de enviar personas a Marte sin pasaje de vuelta. Es decir, astronautas que emprendan el viaje sabiendo que nunca regresarán a la Tierra.
“Una misión tripulada a Marte -explica el artículo- es algo tecnológicamente posible, pero enormemente costoso y que requiere de grandes compromisos tanto políticos como financieros. Una solución creativa a este dilema podría ser el envío de misiones humanas a Marte solo de ida (...). Nuestra propuesta reduciría los costos a una fracción de los actuales”.
Efectivamente, lo más caro de una futura misión a Marte no está en llevar seres humanos hasta allí, sino en traerlos de vuelta a casa.
Los científicos aseguran que, sobre la base de una misión solo de ida al Planeta Rojo, se desarrollaría todo un programa de exploración largo y estable. Inicialmente habría que enviar dos naves, con dos tripulantes cada una y con todos los pertrechos necesarios para una larga estadía. Al estar todo duplicado, una nave podría ayudar a la otra en caso de emergencia o necesidad.
Antes de la llegada de los primeros humanos, sin embargo, una flotilla de misiones no tripuladas habría llevado hasta el lugar elegido del mundo vecino los materiales, vehículos, herramientas y provisiones para sobrevivir varios años. Los astronautas, además, recibirían periódicamente suministros y provisiones de la Tierra, hasta que la incipiente colonia no fuera capaz de conseguir su sustento del propio Marte. Algo que, según los científicos, podría tardar décadas enteras en llegar.
Davies y Schulze-Makuch subrayan que no se trata de una «misión suicida» en la que los astronautas son abandonados en un lugar hostil. Al contrario, el lugar de aterrizaje se buscaría con sumo cuidado, teniendo en cuenta la existencia de refugios naturales, minerales y agua. Recibiendo además, la citada ayuda periódica, los primeros astronautas dispondrían de todo lo necesario para construir una especie de "campamento base" que, una vez terminado, serviría para acoger a más colonos.
Los investigadores sostienen también que estos asentamientos permanentes ofrecerían a la Humanidad "un bote salvavidas" en el caso de producirse una gran catástrofe en la Tierra. Y serían, a la vez, la mejor forma de resolver, de una vez por todas, algo que hasta ahora ninguna misión robótica ha logrado: establecer si en Marte hubo vida alguna vez y si, de alguna forma, esa vida ha logrado sobrevivir hasta la actualidad.
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