El agua es vida, y por lógica donde hay agua, deben existir formas de vida, tal vez no como la conozcamos pero eso es un 99 por ciento seguro, por lo menos esto es lo que aseguran científicos de la Nasa que piensan que en Encélado existen las condiciones necesarias para que la vida se geste, y es que en este satélite de Saturno, agua es lo que sobra: todo un océano subterráneo que se cuela a la superficie del satélite a través de unas grietas que se encuentran en el polo sur de la bellísima luna saturnina...
La teoría de que pudiera existir vida se basa en esta abundancia de agua, se debe a que los complejos elementos químicos que se han encontrado en la misma y la existencia de una atmósfera, han llevado a un gran número de expertos de la NASA, la Universidad de Edimburgo y el Imperial College de Londres a defender desde hace años, la tesis de que Encélado es el planeta donde es más fácil que se descubra vida extraterrestre.
Chris McKay astrobiólogo de la NASA, ha dicho en reiteradas ocasiones que en Encelado existe agua en estado líquido, material orgánico y una fuente de calor.
Por lo tanto los expertos consideran que los esfuerzos terrestres para enviar sondas al espacio sobre todo Marte, deberían centrarse en Encélado porque su escaso tamaño –alrededor de unas 310 millas de diámetro, unos 500 kilómetros– y la erupción repetida de géiseres de agua, haría que fuese mucho más sencillo encontrar formas de vida en esta luna que en otros cuerpos del Sistema Solar aun más lejanos, tal y como lo asegura el profesor Charles Cockell de la Universidad de Edimburgo en The Guardian.
“Es probable que existan en otros lugares, pero probablemente enterradas bajo tierra, en lugares de muy difícil acceso”.
Qué hace especial a Encelado
Se pensaba hasta hoy, que Marte (planeta al que más misiones se han destinado para descubrir vida alienígena), podría reunir las condiciones necesarias para la existencia de vida, aunque actualmente se sabe que eso es casi imposible.
Gran parte del esfuerzo científico de enviar sondas al planeta rojo se está centrando en el subsuelo marciano, donde ha sido enviado el robot motorizado Curiosity que, si aterrizar en tierra marciana con éxito el próximo 6 de agosto, pasará dos años en el planeta recogiendo y enviand datos sobre el astro a la tierra.
Pero hay además otras lunas en Júpiter como Calixto, Ganímedes o Europa pueden reunir las condiciones necesarias para la vida, ya que en ellas hay incluso más agua que en la Tierra, aunque el grosor de la capa de hielo que las recubre dificulte su estudio. Lo mismo ocurre con Titán, otra luna de Saturno.
Sin embargo, Encélado sigue gozando de ciertas características que lo diferencian de los demás astros del Sistema Solar.
Se piensa que al interior de está luna existe un núcleo central como el de la Tierra que sería el responsable de provocar la expulsión del agua a la superficie en forma de géiser. Aun y cuando no se ha llegado a un acuerdo unánime –se considera que puede deberse a los efectos de la gravedad de Saturno en las mareas–, el núcleo genera alrededor de 16 gigavatios de energía.
Un enigma complejo, ya que no se ha logrado demostrar cómo un cuerpo formado casi por completo por hielo y roca puede albergar un núcleo que podría haber llegado casi a los seiscientos grados Celsius.
Otra hipótesis al respecto es que el calentamiento del corazón del planeta se debe a fenómenos de desintegración radioactiva, ya que la fuerza de las mareas no sería de justificar de por sí dicha temperatura.
Por si eso fuera poco, se trata del único planeta del Sistema Solar, junto al nuestro, que tiene agua en su superficie, aunque en este caso no sea más que un géiser que, según el astrobiólogo de la NASA Chris McKay, tiene “el tamaño de los del parque de Yellowstone”.
Encelado fue descubierta por Wiliam Herschel en 1789
En julio de 2005, finalmente se descubrió que efectivamente existía una atmósfera compuesta por vapor de agua, dióxido de carbón, metano y nitrógeno.
Esta misión, en la que también colabora el Instituto de Astrofísica de Andalucía, descubrió el pasado mes de junio mareas en la superficie de Titán, que podrían indicar la existencia de otro océano subterráneo en dicho cuerpo celeste.
La discusión hoy en día se centra en saber si los defensores de la teórica creencia de que hay vida en Encélado serán capaces de recabar los fondos suficientes para incluirlo en el programa Discovery de la NASA, que lleva a cabo misiones de bajo coste en el Sistema Solar.
Según los científicos interesados el costo de un viaje a esta luna no superarían los quinientos millones de dólares, por ejemplo dicen: la expedición del Curiosity tuvo una inversión superior a los dos mil millones de dólares, es decir cuatro veces más, por lo que aseguran que resulta ser más barato si se compara los resultados que se podrían obtener.
Fuente: sexenio.com.mx
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